Entre mis flores favoritas en esta época del año, destaco las DIPLADENIAS.

Desde principio de primavera cuando empiezan las heladas a abandonarnos hasta bien entrado otoño, despliegan sus preciosas flores en forma de trompeta sin escatimar en belleza. Colores con diferentes tonos en rosa, rojo y blanco, principalmente, galardonan las fachadas y balcones de muchísimos hogares.

Yo las he puesto a la entrada de casa, con una estructura para que trepen y todos mis invitados comentan la bienvenida recibida por esta joya.

Además, es muy limpia. No me tira mucha hoja ni flores. ¿Puedo pedir más?

En Rachel&Co, tenemos varios productores que trabajan con gran esmero la Dipladenia. Especializados según formato, hacen que ofrezcamos al mercado una planta casi perfecta, muy bien terminada. De hecho, varias tienen la distinción de calidad •lou lou®•. Son dignas de este prestigioso sello gracias al trabajo realizado por unas manos expertas que escuchan las necesidades de las mismas y al cumplimiento de los valores defendidos por dicha marca.

Variedades hay muchas. Para mí la mejor es la más pura, la Dipladenia Sanderi. Esta es una planta muy resistente a las enfermedades sin perder mérito en floración. El color habitual de su flor es rosa o blanco.

A partir de ahí, hay un sinfín de variedades (bella, sundeville, rio, amabilis, …) y colores que van entre el rojo, rosa, rojo anaranjado y blanco. Colores vibrantes, flores o menos grandes, hojas con más o menos brillo, dimensión y dureza…

La elección de la variedad depende de ti. Una vez decidido, … ¿Qué hacer para conseguir que florezcan incansables hasta bien entrado el otoño?

La Dipladenia es una planta muy sencilla de cuidar, siempre y cuando atiendas algunas obligaciones:

• Temperatura: Este es un factor importante a tener en cuenta. Es una planta procedente América central y del sur. Su temperatura ideal está entre 15º y 29º C, pero si desciende por debajo de 7ºC, puede morir.  Por eso es crucial su ubicación en exterior.
• Ubicación: Es una planta de exterior, pero puede adaptarse perfectamente al interior si está en un lugar con mucha luz natural y fuera de corrientes de aire o del alcance de calefacciones y aires acondicionados.

Tenemos que tener en cuenta que, si está en interior, el invierno le afectará poco, pues podrás protegerla de las heladas. Si la tienes plantada en el jardín, ya puedes buscar un sitio donde puedas protegerla del frío cuando lleguen las bajas temperaturas o resguardarla de los vientos de invierno.

Tampoco la tendrás muy sana si la estresas al tenerla a pleno sol todo el día. Una semi sombra le irá de maravilla y te lo agradecerá con un gran verde en sus hojas y muchísimas flores de colores brillantes.

• Riego: Para evitar la proliferación de hongos, lo mejor es regarla siempre por la parte de arriba de la maceta, si allí estuviera, sin mojar ni las hojas ni las flores. Como aguanta bien la falta de humedad, principalmente si es adulta, intenta regarla siempre y cuando la turba esté seca, es decir, que esté seca la superficie de la turba a 2 o 3 dedos. Dependiendo del calor, re aconsejo regarla cada 2 días en verano y cada 12-15 días en invierno. Cuando esté en floración, intenta que la turba esté húmeda y bien drenada siempre.
• Sustrato: Esta planta demanda un sustrato rico en nutrientes y bien drenado. Mezclar turba con fibra de coco o arena te ayudará a conseguir una mezcla top.
• Abonado: la Dipladenia en cuanto aparece la primera flor, agradece un poco de abono líquido cada 15 días hasta que deja de florecer. Ello ayudará a que prolifere la floración y se mantenga mínimo hasta el cambio de estación en otoño. Si vives en un clima cálido, puedes tener flores hasta en invierno siguiendo esta pauta.
• Poda: Aconsejo una poda tras el invierno que deja muchas hojas secas y feas. Esto contribuirá a que, con el despertar de la savia, se ramifique bien y resurja con fuerza.
• Trasplante: Si tu Dipladenia está en una maceta, en otoño es el momento de trasplantarla. Desarrolla sus raíces rápidamente, por lo que si la cambias a un macetero muy grande se centrará en desarrollar mucho su raíz y se olvidará de crecer. Renovar la turba también te ayudará a conseguir este efecto momentáneamente.

Entre las enfermedades más comunes de la Dipladenia tenemos:

1. La mosca blanca y la araña roja, que se controlan con aceite de Neem,
2. La cochinilla, que aconsejo eliminarla una a una o utilizando jabón potásico.

Si necesitas ayuda para los tratamientos, dímelo y te aconsejo.

Con todas estas recomendaciones, ¿aún sigues pensando que es una planta difícil de cuidar?

Yo mencionaría finalmente que, al ser una planta trepadora, puedes guiarla como tú quieras. Imagínate hacer un pórtico en una entrada, cubrir una valla, dejar que cubra tu suelo o cuelgue en balcones, todo con una planta de hoja perenne y que en cuanto llega el buen tiempo te inunda de flores. ¡Es una pasada!

¿Tienes alguna ya en casa? ¿Qué variedad has elegido?

¿Nos das alguna recomendación para seguir aprendiendo?

Te leemos…